Plan de Reformas Económicas e Institucionales para Venezuela – Segunda parte
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En esta sección trataremos los contenidos relacionados con los llamados equilibrios macroeconómicos y su rol en la estabilidad económica. Equilibrios Macroeconómicos. Sobre el primer equilibrio monetario: el ajuste de pagos internacionales. Ante el desorden cambiario y la mala praxis gubernamental en Venezuela Los responsables de formular políticas económicas en Venezuela, continúan mostrando la más grande ignorancia en materia económica, como lo es el intento de amordazar el mercado desde el control de variables resultado. La tasa de cambio es una variable resultado de la buena o mala gestión de la política económica del Gobierno, no se la puede controlar de manera directa, decretando su valor. El mercado de divisas bajo esquemas de control cambiario da lugar a mercados negros. El desorden cambiario no tiene otro responsable que el Gobierno. La fijación del valor de transacción de cualquier mercancía depende de su escasez relativa, cualquier intento por fijar el precio, lejos de controlarlo lo hace difuso dando como resultado un valor superior al existente en un mercado libre y sin trabas. El gobierno pretende que quienes buscan asegurar las operaciones de las empresas, registren como referencia de costo un valor diferente al que realmente les ha costado proveerse para importar. Es de una ignorancia supina pretender que se pueda sostener una empresa que esté obligada a vender sus productos por debajo del costo. ¿Qué debería hacer un Gobierno con un mínimo de sensatez? Primero, unificar el mercado de divisas con un valor cercano al deterioro del Índice de Nacional de Precios, ajustado por el Índice de Precios Ponderados de los países con quienes se tiene el mayor valor de comercio internacional, tomando como base el año mas reciente durante el cual el tipo de cambio fue libre. Segundo, permitir un mercado legítimo y libre de divisas, en el cual participaría el BCV ofertando y comprando divisas para evitar fluctuaciones extremas en ese mercado. Tercero, suministrar toda la información estadística sobre la economía venezolana, desde el Índice Nacional de Precios al Consumidor, Balanza de Pagos hasta la de los detalles de las Cuentas Nacionales. Cuarto, influir indirectamente sobre todos los mercados (de cambios, de precios de bienes y servicios, monetarios y laborales) a través de política económica con evaluación previa de impacto regulatorio, es decir que no de lugar a incentivos perversos por asimetrías de información o por actuación interesada de los administradores de la política económica. Quinto, procurar el fortalecimiento institucional del país asegurando la existencia de poderes públicos independientes, autónomos y legítimos. En el caso del poder ejecutivo garantizando la no perpetuación en el poder del presidente y su gabinete. ¿Por qué es insuficiente un ajuste del tipo de cambio en ausencia de Reformas Económicas e Institucionales? Los esquemas en los cuales la depreciación o la devaluación del tipo de cambio se quedan rezagadas con relación a la inflación, tienen por efecto la crisis comercial de la Balanza de Pagos, pues los productos de importados tienden a abaratarse en comparación con los nacionales. Como la historia lo confirma y también lo predice la teoría, mientras más se difiere el ajuste, más se deteriora la imagen internacional del país, es así como una segunda fuerza negativa se superpone a la crisis comercial, una débil cuenta de capitales y bajo aliciente para la captación de ahorros externos para la inversión interna. Hay que entender que las políticas macroeconómicas de ajuste son respuestas coyunturales que tan solo permiten un respiro mientras se afinan verdaderas estrategias económicas, políticas y sociales que den frente a los problemas de fondo del país. Que si no se logra el consenso, el apoyo, la sinergia y la movilización de la mayoría de los venezolanos en pro de un proyecto de país, las políticas de ajuste no resuelven, más bien agudizan el problema. Es usual creer que al depreciar o devaluar el signo monetario se encarezcan las importaciones y se abaraten las exportaciones, es corriente escuchar en nuestro país que no es posible exportar productos no tradicionales porque la moneda está sobrevaluada, así de fácil se concluye que al aumentar lo exportado y disminuir lo importado se revierte la salida de divisas y se relanza el desarrollo económico. Sin embargo, este argumento tropieza con varios obstáculos: Primero, los productos de exportación, en un mundo globalizado, tienen un componente importado, muchas veces nada despreciable; Segundo, los precios de los componentes nacionales a la larga se ajustan en alguna proporción de la depreciación. Peor aun, muchos productos con ventajas comparativas de costos, se ajustan de forma instantánea con el tipo de cambio, tal es el caso de los productos siderúrgicos en Venezuela. A la larga la depreciación requiere, luego de ajustes sucesivos de precios, nuevas depreciaciones. Secuencia "recesiva" e inflacionaria de una devaluación o depreciación sin reformas económicas e institucionales En países grandes estas medidas son mas eficaces ya que su gran volumen de comercio afecta los precios internacionales, cuando dejan de importar, los precios en el mercado mundial caen, con lo cual el costo de producir una unidad de poder adquisitivo extranjero también se reduce, es el caso de China en la explicación de la caída del precio del petróleo toda vez que redujo su volumen de comercio y de EEUU con el aumento de la producción petrolera. Para Venezuela en su condición de país pequeño esos efectos no existen. Nuestra tesis es que este tipo de política –inevitable- tiene menos efectividad en países como el nuestro, solo ofrecen un segundo aire, que tiene que ser sabiamente aprovechado para lanzar un verdadero proyecto de país por medio del concurso de todos los venezolanos y no como esta ocurriendo con una lucha fraticida, donde unos pocos quieren imponer a los demás, un proyecto político cargado de una ideología fracasada, de revanchismo, resentimiento y odios. El único ganador con políticas de ajustes fundadas en el tipo de cambio resultan ser los gobiernos, que gracias a las mal llamadas ganancias cambiarias, pueden compensar monetariamente las insuficiencias fiscales, esta política permite aumentar el gasto público sin medidas impopulares como el aumento de los tributos. Sin embargo, a la larga el efecto inflacionario resulta mayor y más perjudicial para los que tan solo derivan sus ingresos del trabajo. Más temprano que tarde la gente percibe que aun cuando sus ingresos aumentan, paradójicamente compran menos que cuando ganaban menos, la presión social no se hace esperar y la inestabilidad política se acrecienta, la confianza se desvanece, los capitales buscan refugio seguro fuera del país. Secuencia microeconómica de una depreciación o devaluación en ausencia de reformas económicas e institucionales Se cierra un círculo causal acumulativo que necesita, como la droga para el adicto, más depreciación o devaluación y la vorágine sigue, muy pocos se benefician de ello: los funcionarios públicos que poseen información que el resto no tiene y actúan estratégicamente a favor de sus propios intereses sean pecuniarios, políticos o electorales. Otros tal vez puedan compensar el proceso y hasta ganar, las grandes empresas con las que el Gobierno conviene tratos para mantener alguna fachada de éxito, las empresas que han vivido bajo la sombra protectora del estado, con la excepción de esta simbiosis perversa, el resto, la inmensa mayoría se hunde económicamente y acelera su tránsito hacia la miseria, de nuevo el protagonista de nuestra conversación: la pobreza. Segundo equilibrio macroeconómico: fiscal - monetario ¿Por qué son insuficientes los ajustes tributarios en ausencia de Reformas Económicas e Institucionales? Atrapados en la inmediatez y su apego al poder, al lucro, a la materialidad, a su propia seguridad, los voceros del Gobierno, no se les ocurre otra alternativa diferente a la de recurrir a los impuestos, y desvían los pocos recursos, de quienes sobreviven y producen, para calmar el hambre y la desocupación, es así que transformamos la escasa capacidad de generar riqueza en consumo, como el psiquiatra que vende el diván, vive al momento con el producto de la venta pero pierde su medio de trabajo. El problema no termina, pues la misma o más cantidad de dinero circula, mientras menos bienes y servicios se producen, el resultado: más inflación con desempleo. Gira de nuevo la rueda y se acumulan presiones y males que en cualquier momento pueden hacer explosión y definitivamente dar al traste con lo que queda de democracia. Naturaleza inflacionaria de tributos por reasignación ineficiente La "Proletarización" de la clase media es otro efecto de las medidas económicas. El encarecimiento del dinero excluye una gran proporción de venezolanos del mercado de viviendas y del automotriz, consumos representativos de la clase media venezolana. El aumento del IVA (Impuesto al Valor Agregado) y la aplicación de IF (Impuesto Financieros a Transacciones Bancarias), reducen el aliciente para invertir, por último, se encarece el crédito (alza de tasas de interés) o desaparece. Todos estos eventos se entronizan con mayor desempleo e inflación, de manera que esta capa social disminuye en tamaño y se postra ante las circunstancias. Este grupo social es el que más contribuye con el desarrollo de un país, profesionales, pequeños empresarios de vital importancia para la prosperidad se encuentra en vías de extinción. "Proletarización" de la clase media
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